“Por primera vez en 20 años el uribismo va de salida en Colombia”. Entrevista a Maria Fernanda Barreto
Geraldina Colotti
“Por primera vez en 20 años el uribismo va de salida en Colombia”. Entrevista a Maria Fernanda Barreto
Mañana 19 de junio se llevará a cabo la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Colombia. Un hecho histórico que podría darle la victoria al candidato de izquierda, Gustavo Petro, representante del Pacto Histórico, frente al segundo clasificado de la primera vuelta, el empresario Rodolfo Hernández, quien postula a la alianza Liga de Gobernantes Anticorrupción. Al respecto, escuchamos la opinión de María Fernanda Barreto, analista internacional colombo-venezolana, a quien agradecemos por responder a nuestras preguntas.
¿Cuál es tu mirada sobre las elecciones de mañana?
Estamos en un proceso electoral realmente muy importante por varias razones. Ante todo porque por primera vez estaría punto de llegar a la presidencia el candidato de la más amplia coalición progresista y de izquierda qué se ha constituido en el último siglo en Colombia. Segundo porque un triunfo de Gustavo Petro significaría tener en el Palacio de Nariño a una persona que no pertenece a la familias tradicionales que tampoco tiene ningún vínculo conocido con el narcotráfico ni con el paramilitarismo y que por el contrario ha confrontado esos intereses desde el congreso de Colombia. Y porque por primera vez en 20 años el uribismo va de salida, ya se ha logrado desplazarlo del discurso dominante en la primera vuelta y aunque sea posicionado detrás del candidato Rodolfo Hernández ya ha tenido que hacerlo con bajo perfil porque ha entendido que Uribe y el uribismo están en el peor momento, con una altísima impopularidad.
Petro tiene que lidiar con un rico empresario, apodado tanto «el Trump colombiano» como «el viejto del tik tok». Una figura desconocida en la política, que parece haber llegado a propósito para llenar todos los casilleros de la derecha y darle más chances de evitar este giro histórico que se avecina. ¿Qué fuerzas y qué intereses representa Rodolfo Hernández?
Ciertamente Rodolfo Hernández es en principio un personaje anti político que viene de enriquecerse desde la construcción, un sector muy vinculado al lavado de capitales en todo el mundo pero en particular en Colombia, donde los dineros del narcotráfico son parte importante de la economía. Hernández se ha convertido en la tabla de salvación de una burguesía que se niega a hundirse con Uribe y también del propio uribismo que ahora ha decidido respaldarlo aunque, particularmente él, guardando mucho silencio. Estamos hablando de un candidato vinculado a muchas de las mafias que mandan en Colombia, sumamente violento chabacano autoritario y machista. Que hace publicidad desde una supuesta lucha contra la corrupción pero que está imputado por actos de corrupción y tiene causas abiertas por persecución sindical, una solicitud de investigación por los fondos de su campaña y ahora una tutela incumplida por negarse a debatir. Todo lo cual puede quedar en la impunidad sí logra la presidencia de la república porque como ya sabemos el estado de derecho en Colombia es sumamente débil y la presidencia es una garantía de impunidad.
Petro propone como vicepresidenta a Francia Márquez, una figura muy bienvenida a los movimientos, afrocolombiana y premio Nobel alternativo por el medio ambiente. Una mujer soltera e independiente, símbolo de coraje y resistencia. ¿Qué expectativas pueden tener las mujeres y los movimientos más radicales?
Dentro de esta gran alianza qué es el Pacto Histórico, Francia Márquez encarna precisamente a los partidos políticos de izquierda y a los movimientos sociales de izquierda que forman parte de esa unidad. Una mujer pobre que reivindica su negritud, que tiene conciencia de clase, que tiene conciencia ecológica, que durante años ha defendido el derecho al territorio y que es claramente una militante feminista. De modo tal que se ha convertido en el fenómeno popular de estas elecciones. Y por supuesto que las mujeres revolucionarias en particular tenemos mucha esperanza en esa posibilidad de que Francia se convierta en la vicepresidenta de Colombia, me atrevería a decir que la izquierda colombiana tiene aún más esperanza en ella que en el propio Gustavo Petro, pero que en suma es el Pacto Histórico el que disputa este domingo la segunda y última vuelta electoral.
Colombia siempre ha terminado siendo un país donde los espacios de accesibilidad política para la oposición han sido cerrados desde el asesinato de Eliécer Gaitán, en 1948. ¿Crees que la oligarquía ha previsto una vez más una masacre o un gigantesco fraude para evitar una histórica victoria de la izquierda?
Sin duda al lado de la esperanza hay también muchas dudas sobre lo que puedan hacer los sectores más conservadores del establecimiento y el narco paramilitarismo para impedir un eventual triunfo del Pacto Histórico. Eso va desde la desconfianza al pésimo sistema electoral colombiano, hasta las posibilidades de un asesinato de Petro y Francia, pero también, y es lo que hemos visto en estos últimos días, de qué el terrorismo de estado continúe asesinando y judicializando a los líderes y lideresas sociales, tal como lo ha hecho esta semana en la que más de 20 personas han sido detenidas por la policía Nacional, todas ellas personas que disienten del sistema colombiano y varias de ellas directamente vinculadas al Pacto Histórico. Lo que ha generado rumores de fraude e incluso de un posible intento de golpe de estado.
¿Que puntos te parecen más importantes en el programa de Petro y Marquez para Colombia y cual será la actitud internacional hacia Venezuela y las relaciones sur-sur?
Bueno, siempre insistimos en que una presidencia de Gustavo Petro sería solo el inicio de cambios para Colombia y no una revolución. Pero en la situación tan grave en la que se encuentra Colombia entre la vida y la muerte estos cambios resultan sumamente importantes. Es por eso que la propuesta del Pacto Histórico por ejemplo de cumplir los acuerdos de paz firmados en la Habana con las Farc-ep, de retomar el diálogo con el Eln, y sobre todo eliminar el Escuadrón Móvil Antidisturbios como un símbolo de que iniciará a una política dialogante con el pueblo y no represiva como la que hemos tenido hasta ahora, pues es quizás una de las más motivantes propuestas de ese programa del Pacto Histórico. Pero más allá de eso en lo internacional esto significaría un avance para esa Colombia que se ha quedado rezagado con respecto al resto de Nuestra América y en principio implicaría la recuperación de las relaciones diplomáticas y comerciales con Venezuela. Y eso significa que se partiría por reconocer al gobierno legítimo del presidente Maduro lo que no es más que un criterio mínimo de realidad, pero qué es muy importante para nuestro dos pueblos y para toda la región. Un triunfo de Petro significaría una ruptura en la cultura política colombiana del siglo XXI que sin duda va a tener que enfrentar a los más grandes poderes de facto de Colombia y aunque Petro y el programa del Pacto Histórico no han desafiado en ningún momento el poder de los Estados Unidos en la medida en qué se confronte a las corporaciones minero energéticas depredadoras del ecosistema colombiano y financistas del paramilitarismo, y en la medida en que se confronte al narcotráfico sin duda que el poder de los Estados Unidos también se confrontará a este nuevo gobierno dirigido por Gustavo Petro y Francia Márquez. Correrán tiempos en los que seguirá siendo la organización popular, ese pueblo colombiano que se levantó el año pasado quién deba seguir sacando adelante a esa Colombia posible qué soñamos y que nos urge: cómo colombianos y colombianas, cómo nuestroamericanos y como parte de los pueblos del Sur global. Pero sin duda que cada paso que el nuevo gobierno de en favor de las mayorías tendrá que confrontar a esos poderes de facto entre los cuales se cuentan las Fuerza Militares de Colombia y también el propio Congreso en el que no hay la mayoría necesaria para los cambios legales que también serán precisos.