A los 35 años de su siembra: ¡Ali Primera será siempre eterno!

Por Fidel Ernesto Vásquez I*

El cantor del pueblo y patrimonio de los humildes de toda Latinoamérica murió en extrañas circunstancias, sentenciado por la burguesía, muchas veces fue víctima de atentados por parte de los cuerpos de seguridad de la IV cuarta república que nunca perdonaron su constante y permanente defensa de los derechos humanos.
POR ALÍ, NOSOTROS VENCEREMOS!!!

Como no comenzar este escrito con lo que siempre inicia sus palabras nuestro Primer Vicepresidente del PSUV, Diosdado Cabello Rondón en todo acto, en toda actividad junto al pueblo, manteniendo vivo el legado y mensaje, tal como lo rescato nuestro Comandante Hugo Chávez, con la canción de nuestro Alí Primera:

Alí nació el 31 de octubre de 1942 en la ciudad de Coro, estado Falcón. Hijo de Antonio Primera y Carmen Adela Rossel. Don Antonio se desempeñaba como funcionario de la policía y falleció en medio de una balacera en 1944, dejando al pequeño Alí huérfano de padre con tan sólo dos años y nueve meses de edad. Pasó su infancia entre San José de Cocodite y Las Piedras, ambas poblaciones pertenecientes al estado Falcón.

La inmensa sensibilidad social se fue forjando en Alí desde su niñez. De pequeño se paseaba por los “carros casas” de los gringos que eran contratados por las petroleras para trabajar en Paraguaná y observaba como se alimentaban a placer y con lujos, mientras la gente de su pueblo, entre los que se contaban él y su familia, pasaban hambre.

En las tierras áridas de Paraguaná, Alí ayudó a su madre y hermanos con la venta de empanadas y dulces caseros. Algunos vecinos le recuerdan pidiendo siempre la “ñapa” y dirigiéndose feliz de vuelta a su casa, independientemente de qué tan buena o mala había sido la venta.

El último concierto de Alí Primera fue en Maracaibo, estado Zulia, el 12 de febrero de 1985, día de la juventud.

El 14 de febrero fue a buscar a Sol que estaba en casa de sus padres para con ella compartir el día de los enamorados. El 15 en la mañana llevó a Sandino, Servando y Florentino a la fiesta de carnaval del colegio. Esa misma mañana, mientras Sol le acomodaba su cabello, él quiso cortarse uno de sus rulos para entregárselo a su hija mayor, María Fernanda, mientras lo hacía pronunció las siguientes palabras: “toma, hija, por si acaso algún día tú padre ya no está contigo”. Además, Alí le dio instrucciones a su esposa de cómo hacer algunas cosas que en casa acostumbraba a realizar él.

 

Sol Musset y Alí Primera

El 14 de febrero fue a buscar a Sol que estaba en casa de sus padres para con ella compartir el día de los enamorados. El 15 en la mañana llevó a Sandino, Servando y Florentino a la fiesta de carnaval del colegio. Esa misma mañana, mientras Sol le acomodaba su cabello, él quiso cortarse uno de sus rulos para entregárselo a su hija mayor, María Fernanda, mientras lo hacía pronunció las siguientes palabras: “toma, hija, por si acaso algún día tú padre ya no está contigo”. Además, Alí le dio instrucciones a su esposa de cómo hacer algunas cosas que en casa acostumbraba a realizar él.

Al mediodía hizo una sopa de papas, que era lo único que tenían en casa porque no había podido cobrar, y con eso quiso alimentar al pequeño Juan Simón de tres meses. “Nunca se me va a olvidar que encontré a mi esposo dándole sopa de papa al bebé y le dije que no lo hiciera, porque eso le iba a caer mal, que yo le daba pecho y, sin embargo, Alí me respondió “no ha comido bien”. Insistí, diciéndole que había tomado suficiente agua, pero mi amado cerró aquella conversación con un “Déjame hacerlo, así cuando crezca le dices que su papá le preparó y dio su primer plato de sopa”, relato un día Sol Musset con sus ojos entristecidos.

Alí Se fue de su apartamento cuando ya eran alrededor de las siete de la noche, pero vaciló varias veces antes de irse. “Me dijo: ‘vamos a despertar al carajito (Juan Simón), juego con él un rato y me voy’, pero no quise porque me lo iba a dejar todo embochinchado y después yo solita tenía que lograr que se durmiera nuevamente y tenía mucha ropa para planchar. Sin embargo, me arrepiento de no haberlo dejado hacer lo que quería, porque lo de la ropa se podía haber hecho después”, confiesa Sol.

“Ese día lo acompañamos hasta la puerta. Su niña María Fernanda le llevó la guitarra, Sandino el cuatro, Servando el maletín y yo cargaba entre mis brazos a Florentino”, precisa Sol.

“Mi vida, te amo. Mis hijos, los quiero”, con estas palabras Alí primera se marchó de su hogar y en la madrugada del 16 de febrero de 1985 un fatídico “accidente” en la ValleCoche de Caracas acabó con su vida. Su hermana Mireya relata:

“Por casualidad de la vida, uno de los muchachos que iba en el automóvil que impactó el carro de Alí era hijo de un amigo de él. A ése joven, Alí le había regalado el traje de graduación que estaba usando esa noche. Quien lo iba a imaginar”, contó la hermana del cantor.

Al momento de su accidente, Alí venía de una sesión de grabación. Después de su muerte, José Montecano, uno de sus hermanos, también cantante, músico y compositor, culminó el álbum, el cual fue llamado Por Si No Lo Sabía.

Una noche del 16 de febrero de 1985, poco transito, el país celebraba las fiestas de carnaval y los pocos que transitaban la autopista valle – coche no presagiaban la posibilidad de un grave hecho.

Algo extraño comenzó en esa madrugada, poco frecuente escuchar la voz de la revolución en las emisoras de toda la ciudad, era la voz inconfundible de Alí Primera, insólito, pues la censura gubernamental tenía prohibida las letras del cantor del pueblo: “Los que mueren por la vida no pueden llamarse muertos y a partir de estos momentos es prohibido llorarlos. Vamos cumpa carajo que para amanecer no hace falta gallinas sino el cantar de gallos”.

De pronto la noticia, con las canciones de fondo, se anuncia al país: “En la autopista valle-coche, a la altura del puente de la Nueva Granada, en horas de la madrugada muere en un aparatoso accidente el cantor de música de protesta Alí Primera”. Amanece y la noticia recorre todo el país, la duda, la rabia y esperando de no ser cierta la información, decenas de veces se anunciaba la muerte del cantautor, quizás preparando las condiciones para poder dar muerte a este artista de la canción necesaria, Alí siempre fue un objetivo de los esbirros de la dictadura adeco-copeyana quienes realizaron diversos atentados a su integridad física.

Alí se hizo eterno.

El cantor del pueblo murió en extrañas circunstancias, sentenciado por la burguesía, muchas veces fue víctima de atentados por parte de los cuerpos de seguridad de la IV república que nunca perdonaron su constante y permanente defensa de los derechos humanos. En numerosas oportunidades llegaron a sabotear los actos con la intención de asesinar a Alí Primera en medio de la confusión dado que estos saboteos venían precedidos del lanzamiento de bombas lacrimógenas.

Su voz retumbaba contra los esbirros: “y si un revolucionario vive en calidad de preso, su único derecho es el derechito a la tortura”, era Alí la genuina voz de los sin voz, militante de la solidaridad, el internacionalismo era su virtud, el dinero que lograba por la venta de sus discos era destinado a la lucha revolucionaria de nuestros pueblos; sin miedo, aportaba su voz y sus recursos a la solidaridad militante: “Dale salvadoreño, dale, que no hay pájaro pequeño, dale, que después de alzar el vuelo no detengan tu volar”. “Solidaridad es arma”. “Hay que dinamitar nuestra conciencia, Sin callar los poemas en la garganta. Busquemos con nuestra manos la mejor canción contra las bestias”.

Ferviente antiimperialista no dudo en denunciar la intervención gringa y alentaba la lucha seguro del triunfo de la resistencia de nuestros pueblos y así lo expresaba: “Gringo Go home, Yanqui Go home, los obreros de América Latina te dicen yanqui go home”.

No hubo sector social al que Alí alentará con su canción, los obreros fueron su principal inspiración: “el Yanqui teme, que tú te levantes, América latina obrera no sé porqué no lo haces”.

Denuncio la explotación y aupaba la revolución socialista y la lucha contra el capitalismo; impulso la unidad obrera, campesina y estudiantil: “Campesino por su propia tierra, obrero por su propia fábrica, estudiante por tu propia idea; sequemos el sudor de nuestra frente y busquemos tras las nubes al sol, busquemos con alborozo el sol maravilloso de la revolución”.

Su compromiso con los humildes fue inquebrantable: “Madre déjame luchar, madre por los humildes, déjame luchar. Y recuerda madre que la lucha por los humildes no se hace por caridad”.

Poeta enamorado de la vida, fue defensor de la madre naturaleza, le canto a los ríos: “para que no lo seque la candela”; a los pájaros enjaulados por los que pedía libertad los compraba en las tiendas de animales para luego soltarlos en las montañas. Su madre le enseño: “a no matar las mariposas y a no cortar las rosas que en su jardín cultivaba”. “Agua para los peces, libertad para los pájaros, vida para la vida”.

El camarada poeta, militante y revolucionario Alí Primera, ha estado presente con su canción combate en la barricada, creando conciencia, recordando que socialismo es solidaridad, igualdad y fraternidad. Su canción esta aquí, junto al pueblo que construye revolución. Que trabaja, que estudia, que organiza, que lucha y que levanta las banderas de la patria bonita.

Alí Primera murió físicamente aquel 16 de febrero de 1985, pero ese mismo día subió al Olimpo de la inmortalidad y hoy su canción más que nunca necesaria está construyendo poesía, amor por la humanidad, internacionalismo proletario.

“Los que sueñan y combaten. Me animan a cantar por ellos”.

“Callo la voz por un momento, la guitarra hizo silencio, pero de aquel amasijo de hierro se eternizo la canción, surgió  el poeta derrotando a la muerte, cantando más fuerte, viva la patria, viva el pueblo, viva el socialismo. “Es así de simple hermanos. Cuando recibo golpes, alzo la frente y canto”.

“Adiós Hermanos. Seguiré cantando. Solo que con el nuevo acorde que dejaron al partir: mi nueva canción: cantata en dolor mayor”.

Si hay alguien que entiende la esencia de las canciones de Alí Primera es Sol Musset; la esposa del cantante falconiano, nuestra constituyente luchadora del amor y la revolución, es testigo de la lucha que Alí mantuvo a través de sus canciones cargadas de verdad. “Ningún presidente en este país había respetado y entonado las canciones de Alí con tanta dignidad como lo hizo Hugo Chávez”.

Otros lo cercenaron, lo vetaron, cerraron emisoras y botaban locutores que pusieran sus temas”.

Hoy, es propicio recordar que desde que el cuerpo sin vida de Alí fue sacado de las instalaciones del Alma Mater, lugar donde fue homenajeado en una ceremonia, hasta los pueblitos más recónditos que pasaron antes de llegar al cementerio, salió todo el pueblo a despedir a su Alí con claveles rojos en mano, rojos por lo que en cierta ocasión dijo el cantor:

“Cuando tenga los cuatro metros bajo mi tierra liberada, quiero que mis camaradas me despidan con canciones, flores rojas, puño en alto, y que me prometan seguir luchando por la alborada, que también es camarada”.

¡Alí Primera Vive!

 

* Fidel Ernesto Vásquez es militante del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Secretario de la Asamblea Nacional Constituyente de la República Bolivariana de Venezuela, y Combatiente del Ejército del Comandante Chávez y del Presidente Obrero Nicolás Maduro

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