El Caracazo | 34 años de la Rebelión Popular del 27 de febrero de 1989

EL 27F FUE LA INSURGENCIA CONSCIENTE DE UN PUEBLO EXPLOTADO Y MASACRADO,
UN PUEBLO REBELDE QUE GRITO EN LA CALLE: YA BASTA CARAJO!!!

UN PUEBLO INDÓMITO QUE PROTAGONIZÓ LA HISTÓRICA PRIMERA REBELIÓN CONTRA LA IMPOSICIÓN DEL NEOLIBERALISMO COLONIALISTA, PARA EJEMPLO DE LA LUCHA POPULAR, ANTE EL MUNDO Y AHORA CON EL CONDUCTOR DE VICTORIAS NICOLÁS MADURO, SEGUIREMOS VENCIENDO

El 27 de Febrero despertó el espíritu y la conciencia del Pueblo venezolano, haciendo uso legítimo de su Poder Popular Originario, para retomar las luchas por sus derechos, además, abrió camino a otros procesos como la Rebelión Militar del 4 de febrero de 1992 de la Juventud Militar Patriota Bolivariana que encabezó nuestro Comandante de Todos los Tiempos Hugo Chávez, para bendición de nuestra tierra y futuro. El lunes 27 de Febrero de 1989 empezó una etapa de la historia venezolana que aún no culmina.

Aquí vamos, el Ejército del Comandante de Todos los Tiempos Hugo Chávez, guiados por nuestro líder, el Presidente Obrero Conductor de Victorias Nicolás Maduro Moros y nuestro Primer Vicepresidente del PSUV, Diosdado Cabello Rondón, junto a la dirigencia Política, Militar, Social y Popular de la revolución, en fin el pueblo dirigente de vanguardia, avanzando en perfecta unión Cívico-Militar-Policial ante las adversidades, enfrentando y derrotando a los enemigos de la Patria.

UNIDAD, LUCHA, BATALLA Y VICTORIA
Y ASÍ, ANTE CUALQUIER CIRCUNSTANCIA, NOSOTROS VENCEREMOS

FIDEL ERNESTO VÁSQUEZ
SECRETARIO EJECUTIVO DE LA PRESIDENCIA
Partido Socialista Unido de Venezuela

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El lunes 27 de Febrero de 1989 empezó una etapa de la historia venezolana que aún no culmina. Ese día el bravo Pueblo venezolano, haciendo uso legítimo de su Poder Popular Constituyente Originario respondió con energía y claridad a los atropellos e injusticias de los gobiernos de la IV República, representados en AD, COPEI, URD y sus sucursales actuales, Voluntad Popular, Primero Justicia, Un Nuevo Tiempo y pare usted de contar porque diversos grupos salidos de ellos han aparecido e incluso otros que se hacían llar de izquierda o comunista se han sumado al basurero de la historia por traicionar al pueblo y sus luchas.

La rebelión popular y social, que fue denominada “El Caracazo”, tuvo como protagonista el espíritu combativo de los venezolanos, de las venezolanas, de todos los patriotas y todas las patriotas.

Con el paso del tiempo, los 40 años de traiciones, crímenes contra el pueblo y su dirigencia popular, de reiteradas violaciones a los derechos humanos, de entreguismo al imperialismo norteamericano, de corruptelas, hambre, miseria y represión, parecían consolidarse como cosa normal, elementos naturales y normales de la realidad que cotidianamente se sucedían en el país, en donde solo unos pocos éramos los que enfrentábamos el estado de cosas, pero a la final éramos eso, unos pocos, hasta que la rabia se desbordó por las calles.

El conformismo y el temor a la represión lo dejamos de lado para confrontar y enfrentar en la calle los mecanismos que intentaban contener las luchas del pueblo por una vida digna.

El empobrecimiento acelerado del país durante los gobiernos de la traición Cuarta Republicana de Adecos y Copeyanos, estaba acompañado además por una campaña engañosa.

Durante las últimas gestiones, llámese Luis Herrera Campíns, “El hipotecado”, para transitar hacia el tristemente famoso “Viernes Negro” y la fingida candidez del borracho Jaime Lusinchi (registrada con la nada ingenua frase “La banca internacional me engañó”) profundizó la crisis y, sin más distracciones gobierneras, el país se encontró encerrado entre el desplome de la economía y los paquetes de organismos multilaterales como el Fondo Monetario Internacional o el Banco Mundial. Y no era un país con guerra económica imperial, ni sanciones, ni bloqueos económicos.

El 16 de febrero de 1989, un día después de asumir la presidencia de la República durante una ostentosa ceremonia que popularmente se le llamó “La Coronación”, el asesino Carlos Andrés Pérez anunció el “paquete económico”, o “Paquetazo”, diseñado con el objetivo de entregar el país a la banca internacional para seguir empobreciendo y jodiendo al pueblo.

El paquetazo contra el pueblo contemplaba entre otras barbaridades criminales:

  • Solicitar un préstamo en principio de 4 mil 500 millones de dólares al FMI en los siguientes 3 años
  • Entrega de pozos de petróleo, zonas mineras y cabezas de playa como “garantía” de pago,
  • Liberar las tasas de interés, activa y pasiva en todo el sistema financiero;
  • Eliminar la tasa de cambio preferencial;
  • Dejar que el mercado libre fijara el precio de las divisas y efectuar las transacciones internacionales con ese precio,
  • La liberación de precios de los productos, incluidos los de la canasta básica;
  • Aumento de la gasolina
  • Aumento del agua,ç
  • Aumento del gas doméstico,
  • Aumento de la electricidad,
  • Aumento del transporte público.
  • Eliminación de todo subsidio de carácter social,
  • Entre otras impopulares y criminales medidas.

El incremento del costo del pasaje, como consecuencia directa del aumento del el precio de la gasolina, fue la mecha que comenzó a arder los días 25 y 26 y sirvió de detonante de la rebelión popular del 27 de febrero.

La historia contemporánea de Venezuela empezó a cambiar desde la misma madrugada del lunes 27 de febrero de 1989. Los dueños del transporte público iniciaron su jornada cobrando el doble de las tarifas y desconocieron el medio pasaje estudiantil.

Antes de la 6 de la mañana, estudiantes y trabajadores que acudían a sus actividades rutinarias, se negaron a pagar el aumento de los precios y protestaron contra el atropello. Guarenas se convirtió rápidamente en el hervidero más importante de la protesta popular por su condición de ciudad dormitorio, que alojaba a una gran cantidad de nuestro pueblo humilde que estudiaba y trabajaba en Caracas.

A las 7:30 a.m. de ese día lunes 27 de febrero, reunido como era habitual con mi hermano Darío Vivas para ajustar la agenda de lo que haríamos en la semana tanto en la actividad del partido, como en la gestión de Concejales de Caracas, labor que cumplíamos junto a las comunidades y sectores organizados, ya teníamos noticias a través de nuestra querida hermana Desirée Santos Amaral que nos reportaba la quema de vehículos y los primeros saqueos de establecimientos comerciales. Desirée siempre nos mantuvo informado de cada situación, ya que su condición de destacada periodista le permitía conocer las informaciones de manera rápida, lo cual nos lo decía para poder tomar decisiones y actuar.

El pueblo se arrecho y paso a la ofensiva.

La rebelión de un valiente pueblo se extendió al otro lado de la ruta Guarenas-Caracas y el terminal de pasajeros del Nuevo Circo fue ocupado por estudiantes y dirigentes sociales, estas acciones del pueblo de Guarenas y de los que estaban en el Nuevo Circo no nos sorprendió porque estábamos convencido que la situación generada por el criminal “Paquetazo” de Carlos Andrés Pérez generaría una respuesta del pueblo, por eso de inmediato acudimos al Nuevo Circo, lugar donde llegaban y salían todas las unidades del interior del país, a repartir volantes y denunciar a los chóferes del sindicato adeco y la criminal e impopular política gubernamental. Junto a Darío Vivas, siendo ambos concejales de Caracas por el MAS en esa época, y otros dirigentes de izquierda (compañeros que habían creado lo que denominaron en ese entonces la Coordinadora Popular de Caracas, para agrupar a los diversos dirigentes de movimientos sociales y organizaciones políticas de revolucionarios que coincidíamos en la lucha, pero éramos de diversas organizaciones políticas de izquierda y donde recuerdo que como dirigentes de la misma asistían a las reuniones que se hacían para planificar defender los derechos del pueblo, sobre todo en la antigua cámara municipal del Concejo Municipal de Caracas, Eduardo Piñate, Erika Farias, NMM y otros), nos lanzamos a la calle en acompañamiento de lucha.

De manera espontánea y sin liderazgos partidistas, la protesta se regó por toda la ciudad.

Recorriendo con Darío Vivas la ciudad en moto, observábamos como aparecieron barricadas que bloquearon el tráfico en las avenidas Bolívar, Fuerzas Armadas; Plaza Venezuela, la autopista Francisco Fajardo, la avenida Sucre y otras vías y sectores.

Tuvimos noticia que la rebelión popular alcanzó el interior del país cuando San Cristóbal, Barquisimeto, Maracay, Barcelona, Puerto La Cruz, Mérida, Maracaibo y Valencia se incorporaron a la protesta popular.

La arrechera popular llevo a que se generaran saqueos en diversos sitios.

La respuesta del Gobierno Adecopeyano fue la represión desmedida, brutal, criminal. La policía disparaba de manera indiscriminada sus armas automáticas contra la gente que participaba en las manifestaciones y saqueos.

Imposible olvidar aquella terrible imagen del niño con un pote de mantequilla cerca de su mano, asesinado por la policía.

Además de la represión hacia el pueblo, la otra imagen emblemática fue el desfallecimiento ante las cámaras de televisión del ministro de Relaciones Interiores, el represor Alejandro Izaguirre, donde fingió sentirse mal y/o asustado (o ambas), toda una estrategia para entregar en manos del ministro de la Defensa de ese entonces, la misión de ser la figura pública ante el país, como responsable de usar la Fuerza Armada para masacrar a un pueblo y pretender así excusar de los crimines a esa dirigencia política de la Cuarta República.

Así actúa esa dirigencia de la derecha que es la misma que en los tiempos actuales ha estado pidiendo sanciones criminales y guerra económica imperial contra el pueblo venezolano. No cambian su actuar porque es su manera de comportarse siempre. Nosotros tenemos memoria y los conocemos. Así es esa dirigencia de la derecha, le tienen terror al pueblo, al pueblo que han traicionado, reprimido y despreciado.

Al final de la tarde, el criminal Carlos Andrés Pérez apareció en televisión para anunciar la suspensión de las Garantías Constitucionales y el establecimiento del Estado de Emergencia. La orden fue que la Guardia Nacional y el Ejército reprimieran a sangre y fuego los disturbios y con ella se desató la segunda gran arremetida contra la población.

Sectores populares con alta densidad de población en Caracas como Catia, Antimano, Petare y El Valle fueron sometidos al fuego de militares que recibieron la orden de disparar contra el pueblo y nuestras viviendas, en una suerte de versión actualizada del “disparar primero y averiguar después”, muy típico de los asesinos adecos. A nuestro lado vimos caer a compatriotas, amigos, vecinos, incluso a familiares, víctimas de la bala Cuarta Republicana que gobernaba para ese entonces. Esto no lo leímos ni nos lo contaron, lo vivimos, padecimos y aquí lo contamos.

Un balance general de este despertar del pueblo en rebelión popular muestra que la criminal acción del gobierno dejó, entre otras cosas:

  • Más de 6.000 muertos, ametrallados, y no 300 “saqueadores” como reportó el Gobierno;
  • Los rostros visibles de Carlos Andrés Pérez y del entonces ministro de la defensa Italo del Valle Alliegro como responsables intelectuales de la orden de masacrar al pueblo;
  • La defensa del dinero, antes que las personas por parte de los organismos multilaterales;
  • El duelo en miles de familias venezolanas;
  • Cientos de detenidos, otro tanto desaparecidos

Y la arrechera en Dolor Mayor de todos nosotros, que seguimos junto al pueblo en la calle a pesar de la represión y cárcel que nos toco afrontar a quienes seguimos la lucha.

Esa foto que inicia este material es de una portada de una revista de la época donde nos muestra a Darío y quien suscribe, unos minutos antes de recibir los impactos de la brutal represión que nos envió a un hospital y donde permanecimos durante días pegados a la cama con unas esposas que nos colocaron los organismos de represión del estado. Y de allí al calabozo.

Era la norma y forma de existir de un revolucionario en esa terrible Cuarta República.

Pero como toda crisis origina nuevas posibilidades, el 27 de Febrero despertó el espíritu y la conciencia del pueblo venezolano para retomar las luchas por sus derechos, además, abrió camino a otros procesos como la Rebelión Militar del 4 de febrero de 1992. Así lo confirmó el Comandante de Todos los Tiempos Hugo Chávez, líder de la rebelión de la Dignidad Militar del 4F: “Lo del 27 y el 28 de febrero fue la insurgencia de un pueblo explotado y masacrado. La revolución profunda de un pueblo que se cansó de ser vejado y fue un disparador del 4 de febrero, fue un acelerador del proceso que ya venía cocinándose, que ya había sido engendrado en lo más profundo de las entrañas del Ejército”.

Como bien reflexionaba nuestro profesor Aristóbulo Isturiz: “El 4F es hijo del 27 de febrero de 1989”

El compañero Presidente Nicolás Maduro muy bien lo definió con estas palabras: “¡El 27F no fue una guarimba financiada por la embajada de EE.UU., era un pueblo rebelde que gritaba Ya Basta!”.

Este 27 de febrero de 2023, cuando se cumplen 34 años de “El Caracazo”, se puede asegurar con certeza que el lunes 27 de Febrero de 1989 empezó una etapa de la historia venezolana que aún no culmina. Comenzó la Revolución Bolivariana.

Pero también recordamos la memoria de esos más de 6.000 compatriotas ametrallados por las balas asesinas de quienes estaban en la obligación de protegerlos, pero atendiendo a órdenes de sus superiores, disparaban sin misericordia contra todos y todas e incluso nuestras viviendas. Luego en camiones lanzaron en el Cementerio General del Sur de Caracas, sus cuerpos y los enterraron clandestinamente en fosas comunes, en una zona que además denominaron despectivamente como “la Peste”. Todos los fallecidos era gente del pueblo que protestaba, estaba en la calle e incluso algunos estaban tranquilos en su casa y una bala asesina ingreso y los mato. Y es que el pueblo no ataco. El ataque vino por la acción ordenada por el gobierno del asesino Carlos Andrés Pérez a la policía y el ejército, donde el enemigo a exterminar era el pueblo. Y los muertos fueron todos del pueblo. Según publicaciones de la época, trascendió que dispararon más de cuatro millones de balas, porque el objetivo no era controlar la situación sino asesinar y con ello aterrorizar de tal manera a los vencidos que más nunca les quedaran ganas de intentarlo otra vez.

Así actuaban los gobiernos de la Cuarta República, los gobiernos de la dirigencia política de la derecha en el país.

Pero más aun, el 11 de noviembre de 1999, más de diez años después de El Caracazo, y con el Comandante Chávez en la presidencia de la república, es que la fulana “Corte Interamericana de Derechos Humanos” reconoció la violación de los derechos fundamentales de 44 víctimas. Es el guion de esos podridos organismos que un día sus conductores tendrán que responder ante un tribunal por su criminal comportamiento contra los pueblos. Algún día…

Por cierto que a las 44 víctimas que la fulana Corte reconoció 10 años después que se la habían violado sus derechos fundamentales, el gobierno del Comandante Chávez ordeno no solo a sus familiares, sino que en un acto de justicia suprema, anunció mecanismos para indemnizar también a todas familias de las víctimas que no tuvieron acceso a la Corte Interamericana.

A propósito de El Caracazo comparto la reflexión de mi Comandante Chávez aquel 27 de febrero del año 2007 durante un Alo Presidente desde el palacio de Miraflores:

“… y entonces veo el televisor, y veo aquél desastre y entonces oigo y salgo al patio y los soldados corriendo, y unos oficiales mandando formación y a buscar los fusiles al patio, al parque; y yo le digo, Mi Coronel… porque el Coronel es compadre mío, hoy está ya en retiro; así que teníamos una amistad pues, una amistad y… yo le digo: “Mi Coronel y ¿qué van a hacer ustedes?”; y él me dijo: “¡Ay Chávez! ¿yo no sé que va a pasar aquí? Pero la orden que llegó es que todas las tropas a la calle a parar al pueblo…” “¿Pero cómo lo van a parar?” “… con fusiles, con balas…”; él, incluso dijo, recuerdo, que Dios nos acompañe —dijo—, que Dios nos acompañe pero es la orden.

Bueno, yo vi los soldados salir, los soldados logísticos que no son soldados entrenados, nada. Esos son los que hacen la comida, los que atienden los vehículos, los mecánicos pues, hasta los mecánicos los sacaron y les dieron un fusil y un casco y bastante munición. Bueno, lo que venía era un desastre como vino, como vino, 27, 28 de febrero; 1 de marzo matan a Luis Felipe Acosta Carlés, uno, uno de los jefes del movimiento; ¡ah! que no lo había nombrado. Aunque él no era del directorio, era de los jefes. Luis Felipe estaba en la Academia Militar y era uno de los jefes del movimiento en Caracas. Unas semanas antes habíamos hablado, unos días antes; 27 de febrero, sonaron las dianas del 4 de febrero, aquél 27 de febrero.

Como soldado, como soldados nos sentíamos tan avergonzados, tan adoloridos después de aquella tragedia, después de aquella tragedia, y recordábamos siempre entonces aquél… aquella centella que fue Bolívar cuando dijo: “Maldito el soldado que vuelva las armas contra su pueblo…”. Y el 27 de febrero nos hizo llorar, nos hizo sangrar, pero recuerdo yo no pude ni siquiera venir a nada, yo estaba que no podía ni hablar casi, una semana de reposo, algo así. Regreso a Caracas, voy a la tumba de Felipe, fue lo primero que hice y recuerdo que una de las primeras noches aquí en Palacio, iba subiendo las escalinatas del Palacio Blanco, regresando de la universidad como a las 10, 11 de la noche, y un teniente se me acerca y me dice que quiere hablar conmigo; el Ejército estaba encendido de un debate interno; es decir, para qué somos nosotros pues; sobre todo nosotros los humanistas, nosotros los más jóvenes.

Había otros que no querían debatir, había otros que decían: No, para eso somos nosotros, no, para eso no puede ser un Ejército para masacrar niños, hombres, mujeres desarmados, todavía que fuera una guerrilla, una cosa armada, pero gente desarmada, inocente. Yo recuerdo la foto de un niño boca abajo tendido, tendría como mi hijo 6 años, la recuerdo a color, la sacó algún periódico; uno de los tantos niños que ahí murieron. Pero recuerdo que el Teniente que me dice en la escalinata: “Mi Mayor yo quiero hablar con usted”. Y yo le dije, bueno vamos a tomarnos un café ahí en la oficinita mía que tenía en el Consejo Nacional de Seguridad y Defensa de la Nación, tenía yo una cafetera, hicimos café, yo estudiaba de noche, leía mucho; y entonces el Teniente me dice, recuerdo que me dijo: “Mi Mayor aquí no hay grabadora”, le dije: No, creo que no, pero vamos a hablar en el pasillo, a ver qué es lo que tú me quieres decir.

Él me dijo: Mire mi Mayor, por ahí se dice que usted anda en un movimiento, un movimiento revolucionario, se dice porque eso se decía, se decía, eran comentarios, desde 1986; 2 años atrás ya había empezado el rumor de que había un Movimiento Revolucionario y que yo era uno de los jefes. Entonces por supuesto, yo a aquél muchacho… nosotros teníamos mucho cuidado para la captación de gente, no podíamos equivocarnos, por uno que nos equivocábamos caía un grupo; o a lo mejor todo el movimiento.

Así que, teníamos un proceso muy estricto de estudio de la personalidad de hombre a hombre, mujer a mujeres y de incorporación. Así que, yo al Teniente le dije: No, usted está equivocado Teniente, son rumores, usted sabe, yo lo que hago es que hablo y estudio, hablo de Bolívar y yo creo que es… y por ahí me le fui al Teniente, para no decirle absolutamente que no, sino dejarle abierta una puerta y luego estudiar al muchacho; él ha estado aquí en la Casa Militar.

Al final él me dice: “Bueno, mi Mayor, yo entiendo que usted no puede decirme nada, pero le voy a decir algo, si ese movimiento existe, por favor métanme, métanme, porque yo lo que viví y lo que vi, sería lo único que justificaría mi presencia en el Ejército, porque yo en un ejército como éste en el que vivo no quiero ser soldado…”. Ese muchacho después se fue, se fue de baja, yo le perdí la pista. Pero en fin, con esto quiero decir que el “Caracazo”, los mártires del pueblo, esa explosión, ese estallido que venía fermentándose desde décadas atrás, desde décadas, hay que recordar lo que fue el 23 de enero y la traición, el espíritu del 23 de enero, y la entrega de Rómulo Betancourt que se arrodilló ante el poder imperial de los Estados Unidos.

Hace poco recordábamos, cuando vino Fidel Castro, todavía oloroso a Sierra Maestra, a esta Caracas de 1959, apenas 20 días después, precisamente vino Fidel a la conmemoración del primer aniversario del 23 de Enero, Fidel estuvo aquí el 22, 23 de enero de 1959, y ahí en El Silencio hubo un gran mitin, y ya el pueblo intuía la traición, porque Fidel me cuenta, y ahora lo describe mucho mejor, o muy bien en la tremenda entrevista que le hace Ignacio Ramonet, un libro para la historia, Fidel explica bien aquellos días con detalle, lujo de detalle. Pero él me contaba un día que él cuando estaba ahí dando su discurso aquí en la plaza de El Silencio, en la plaza O’Leary, él nombró a Betancourt, era el presidente, Betancourt estaba aquí ya, y cuando él nombró a Betancourt el pueblo pitó a Betancourt, y estaba comenzando el gobierno, Betancourt se entregó a los Estados Unidos, Caldera, Betancourt, Villalba, todos ellos, no hubo líder aquí que asumiera el compromiso del cambio profundo que este pueblo venía sintiendo como necesidad, bueno, desde el suspiro de Santa Marta, este pueblo fue traicionado 1 y 100 veces por Páez, Guzmán Blanco y cuántos otros, 200 años de traición compañeros, compañeras, ya bastaba. Así que tenía que ocurrir y ocurrió: el “Caracazo”.

Aquí vamos, el Ejército del Comandante de Todos los Tiempos Hugo Chávez, guiados por nuestro líder, el Presidente Obrero Conductor de Victorias Nicolás Maduro Moros y nuestro Primer Vicepresidente del PSUV, Diosdado Cabello Rondón, junto a la dirigencia Militar, Política, Social y Popular de la revolución bolivariana, hombres, mujeres, soldados, soldadas jóvenes, obreros, obreras, campesinos, campesinas, emprendedores, emprendedoras, estudiantes, en fin el pueblo dirigente de vanguardia, avanzando, unidos ante las adversidades, enfrentando y derrotando a la canalla mediática, a los golpistas antipatria que se refugian en partidos terroristas de la derecha, con la bendición de la cúpula podrida de la iglesia Venezolana, agrupados en lo que es un partido político más, la Conferencia Episcopal, cenáculo de conspiradores, hambreadores del Pueblo y organizadores de acciones terroristas y de desestabilización de la vida del país.

Es historia que todos y todas debemos conocer para comprender el proceso revolucionario y su origen, fortalecer nuestro espíritu y lealtad por el pueblo, pueblo al que no podemos fallarle, tal como lo expreso el Primer Vicepresidente del PSUV, mi Capitán Diosdado Cabello Rondón un 14 de enero del año 2019 durante una sesión de la Asamblea nacional Constituyente:

“El 4 de febrero en verdad se acelera por el 27 y 28 de febrero del año 89, que nos puso ahí a ver una Fuerza Armada, dirigida en ese momento por la oligarquía venezolana, dispararle a nuestro propio pueblo. Historias de masacres de esos días, miles de muertos, la gran mayoría sin identificar, fueron llevados a un sector que se llama La Peste, que es el nombre que le pusieron en el cementerio, pero es bueno decirlo a los jóvenes, a los más jóvenes y escribirlo; algún día tendremos nosotros que escribir esto”.

Así mismo, el 29 de enero del año 2020, mi Capitán Diosdado Cabello Rondón en sesión de la Asamblea Nacional Constituyente profundizo de manera completa sobre el tema de lo que era la Fuerza Armada durante la Cuarta República y luego la Fuerza Armada Nacional Bolivariana con el Comandante Chávez:

“Recordemos tres cosas de nuestra Fuerza Armada, pudiéramos recordar tres, pero qué cosas recordamos, podemos recordar tres, la gente de mayor edad seguramente se acuerda de Pérez Jiménez, hay algunos como Aristóbulo por ejemplo, el otro fue la persecución a nuestro propio pueblo, la formación de nuestra Fuerza Armada para perseguir a su propio pueblo bajo los dictámenes de la Escuela de las Américas y bajo la figura de crear en Venezuela Unidades de Cazadores, cazadores de hombres y de mujeres, y quizás el tercero fue la nefasta participación en los hechos del 27 y 28 de febrero, creo que ahí están tres hechos que uno los recuerda, así rapidito los pondría en el imaginario.

Luego del 27 y 28 de febrero ocurre el 4 de febrero, pero con el 4 de febrero aparece Chávez, aparece nuestro Comandante, y ahí comienza la transformación de nuestra Fuerza Armada, en ese momento aparece, no fue un tema de insubordinación de un grupo de militares, no, lo que se hizo, se hizo convencido, diez años en los cuarteles, no nos alzamos para cumplir los dictámenes del imperialismo, al contrario, nos alzamos contra lo dictámenes del imperialismo, eso es una diferencia fundamental, porque algunos pueden pensar y hablar, no, no que tienen ahorita a algunos que andan por ahí que se roban unas armas o que hacen tal o cual cosa, no, esos están cumpliendo órdenes de su bolsillo y del imperialismo. En el caso nuestro no, estamos convencidos de lo que estábamos haciendo con un movimiento en proceso de formación, recuerdo inclusive era tanto de formación que cuando el Comandante Chávez llegó a la Academia Páez, era Páez el guerrero, hasta que Páez quedó a un lado por lo que se convirtió Páez después. ¡Ah, bueno!, ustedes ya se habían ido, mi Comandante Chávez puso allá en el hall, hall es el salón pues que uno le llama del curso militar unas banderas que decían: “¡Patria o Muerte!”, y la mandaban a quitar todos los días y ¡entendido!, y nunca las quitaban, y la promoción esa donde él era el Comandante del curso militar se llama “Los Centauros”, él le puso “Los Centauros” por Páez, pero después uno va revisando y termina uno descubriendo en qué terminó Páez, y emerge Bolívar con su fuerza, y emerge Zamora con su amor por los desposeídos, su desprendimiento, y emerge el Maestro Simón Rodríguez inicialmente pues, pero así iba el movimiento formándose y estamos en proceso de formación nosotros.

Llegan las elecciones del año 1988 y era muy difícil hacer algo con ese Congreso, por eso el Comandante, entre otras cosas en su programa de campaña, habló de la Constituyente para cambiar el Estado, y una de las cosas necesarias para cambiarlas, necesarias no, indispensable cambiar para transformar el Estado, era la Fuerza Armada, la Fuerza Armada con sus guarniciones, con sus brigadas, con sus divisiones, con sus espacios, con su separación. A los militares se les recomendaba
ponga su gorra en el vidrio de atrás en el carro para que vean que es militar y lo dejen pasar. ¿Nosotros de cadetes montarnos en un autobús? ¡No! El que se montara en un autobús ¡arrestado! ¿Verdad, hermano? ¿En una buseta de estas de la calle? Arrestado, porque ahí va el pueblo. Así tal cual, eso no es mentira, era una formación para separar.

Llegó un momento entre el 4 de febrero y nuestra prisión y hasta que el Comandante Chávez, que el ingreso a la Academia Militar de Venezuela, el ingreso fue privatizado, antes a mí me hizo el examen la promoción de Ameliach, ellos mismos con una libreta, con una tabla, que si las flexiones y no sé qué cosa, eran ellos los que lo llevaban, llega un momento en que privatizaron eso. La Academia no participaba en el proceso y le decían: “esta es la lista de los que van a entrar”, a eso íbamos, tipo Chile, llegó el Comandante Chávez, y las mujeres que habían ingresado las eliminaron de la Fuerza Armada, había aquella horrorosa separación de los oficiales y los suboficiales.

Miren, había un componente donde los suboficiales no podían entrar al baño de los oficiales, ni comer en el mismo comedor, ni ponerse los mismos zapatos del mismo color, así era dentro de los mismos componentes, y el Comandante Chávez se tiró al mundo encima y dijo: “Aquí no va a haber más suboficiales, todos son oficiales”, y hubo reservas internas, compañeros nuestros que decían “¡eso no puede ser!”, y el Comandante Chávez dijo: “¡Sí puede ser!”.

Reingresó a las mujeres, ya tenemos más del 30% hoy son mujeres de nuestra Fuerza Armada Nacional Bolivariana, cadetas o cadetes mujeres, el alférez mayor de la Academia Militar o la alférez mayor de la Academia Militar del Ejército es una mujer, y en la Guardia Nacional por primera vez es una mujer. A Chávez se le ocurrió un día y dijo: “Nosotros tenemos médicos asimilados, ¿por qué nosotros no somos capaces de crear cirujanos militares en una Academia?”. Las cosas de Chávez, y creó la Academia Militar de Medicina y dijeron los escuálidos: “¡Ahí está!, en dos años están graduando médicos”. No, no son en dos años, son seis años y pico, igualito, y ahí están ya ahorita en quinto año y se gradúa en un año la primera promoción de médico cirujano militar.

Antes si a nosotros nos atacaban, por ejemplo, por el sur, entonces uno buscaba sur, ¡ajá! ¿qué hay en el sur? La 5ta División de Infantería de Selva, esa quedaba por allá. ¿Qué tenía? Puro infante. ¡Epa!, pero necesitamos unas cosas de artillería. No, tiene que llevarlas de San Cristóbal. Así era nuestra doctrina. Entonces el Comandante Chávez dijo: “No, esto hay que regionalizarlo y que cada región signifique un emporio de defensa de la Patria, y que en la región de Oriente estén todos los componentes distribuidos con blindados, con artillería, con aviación, con todo lo que tengamos, con infantería, con comunicaciones para defender ese sector”, que no dependa para defensa en primera instancia de ningún otra región, y así estamos en este momento gracias al Comandante Hugo Chávez.

La dotación de nuestra Fuerza Armada, nosotros desfilábamos en la Academia Militar y desfilaban los tanques. ¿Saben dónde desfilaban? Montados arriba de una gandola, los montaban arriba de una gandola, y pasaban las gandolas con los tanques arriba y ponían una excusa. ¿Saben qué excusa ponían? “No pueden pasar por ahí porque la vibración tumba Los Próceres”. Claro, nos explicaban que era eso. ¡Mentira! Los Peñaloza hacían negocio con la reparación de los tanques y se robaban los reales y no reparaban tanques; los Ochoa Antich se robaban los reales, y cuando digo los Ochoa Antich y los Peñaloza, hablo de todos los ministros pasados. ¿Dónde están? ¿Dónde están esos ministros? ¿Dónde están los comandantes de componentes de la Cuarta República? ¿Dónde viven? La gran mayoría, salvo contadas excepciones, en Estados Unidos, desde el día que se van de baja se iban a vivir a Estados Unidos. Como le dije a Rangel Rojas una vez, le dije, entre mi esposa y yo ganamos más que usted, ¿cómo es que usted tiene tres casas y tiene como cinco carros y sus hijos estudian en universidades privadas? Eso era cuando estaban dando el curso de cristiandad, porque ellos creían que nosotros nos alzamos y nosotros nos íbamos a meter en un curso para reconvertirnos. Sí, que habíamos cometido un error, reconozcan su error. Le dije, entre mi esposa y yo ganamos más que usted, explíqueme de dónde usted saca para tener tres carros en sus casa, tres casas, casa de playa, si usted es un General y gana menos que nosotros. ¿Dónde terminó Rangel Rojas? Era el jefe de seguridad de Leopoldo López; para que ustedes vean cómo se pegan las cosas. ¿Dónde están nuestros generales ministros de la defensa? Aquí están en la Patria; García Carneiro, allá tenemos a nuestro García Carneiro.

Nuestros comandantes de componentes, aquí está uno, Campos Aponte, Comandante del Ejército, nacional bolivariano, constituyente de la Patria; ellos no, Peñaloza Zambrano es uno de los más grandes pillos que ha pasado por nuestra Fuerza Armada, el día que se fue de baja agarró su maleta y se fue a trabajar con la AT&T allá en Estados Unidos y no ha regresado más nunca, fue el que hizo el negocio de las chatarras y de la reparación de los tanques, chatarra militar, él, ahora ¿qué?, el Comandante Chávez transformó la Fuerza Armada para hacer una revolución.

Me lleno de orgullo cuando un comandante combatiente, quizás orgullo no es el término, satisfacción, como Fernando Soto Rojas habla de lo que ha significado la transformación de la Fuerza Armada, de los hombres y mujeres que hacen vida en la Fuerza Armada, de cómo han internalizado la Revolución Bolivariana. Cuando uno escucha a nuestros oficiales generales con su mensaje antiimperialista, ¿qué hay problemas?, sí hay problemas; y nuestros soldados pasan el mismo trabajo que pasamos nosotros. ¿Ustedes sabían, verdad? Los mismos trabajos, ahí no hay privilegios de nada y trabajan 31 días al mes, todos los meses del año trabajan y fines de semana, y se paran en la mañana y se ponen su uniforme con orgullo, con pasión para defender la Patria, así como nos ponemos nosotros nuestro uniforme, porque hoy día cuando cuatro millones de venezolanos y venezolanas se ponen su uniforme de milicianos y milicianas se sienten soldados, el hombre soldado, la mujer soldada, soldado pueblo, el soldado pueblo, ese soldado de Bolívar, ese soldado de Bolívar.

Es una transformación, y esta reforma tiene que ayudar a esa transformación, tiene que ayudar. Nosotros no podemos traicionar a nuestro pueblo, y esta Fuerza Armada de verdad, yo soy un fiebrúo de mi Fuerza Armada, si yo me pongo a hablar de la Fuerza Armada no termino en todo el día, se los juro, porque uno sigue enamorado de esa parte de su vida; pero donde veo un soldado me paro; voy manejando en mi carretera, que me gusta manejar, y veo a los guardias y yo me paro, ¡epa!, ¿cómo está usted?, ¿cómo está la familia?, y uno les ve a los ojos.

Me pasó un día una cosa, que no sé si lo conté aquí. ¡Dios mío!, vengo manejando, ta,ta, ta, iba por una soledad, ¡por allá!, una carretera, me llevé ese día a Carrizales, Carrizales era Vicepresidente y le dije: “Vamos a pasarle revista a una carretera por aquí”. Comenzamos a rodar y terminamos en Pariaguán, metidos por allá, ¡lejísimo!, una alcabala de la Guardia, y voy manejando: ¡ey!, mi Teniente, ¿cómo está usted? Carrizales le dice: Saluda al Vicepresidente ¡vale! ¿Cómo está Vicepresidente, mi Coronel? Y el guardia me veía así, y le digo: ¿Qué pasa? Y el guardia me dice: Es que tengo una carta pa’usted. ¡Increíble!, tenía una carta en su bolsillo para mí, y él sacó su carta toda sudada, y me dijo: Fíjense lo que es la convicción, ¡yo sabía que usted iba a pasar por aquí! ¡Se los juro! Pregúntenle a Carrizales que eso es como lo estoy diciendo, “¡yo sabía que usted iba a pasar por aquí!” Algunos se burlaban, porque yo no me saco esa carta del bolsillo, y la Revolución le dio respuesta a ese compañero.

Eso ocurrió como se los estoy diciendo, tal cual fue así, entonces hoy día la cosa es recíproca, el amor es recíproco, el pueblo ama a la Fuerza Armada, la Fuerza Armada ama al pueblo, el amor es recíproco, costó al principio, la mayor demostración que costó que el 27 de febrero ¿quién salió?, el pueblo solo; el 4 de febrero ¿quién salió?, la juventud rebelde militar sola, y cuando digo sola es en términos generales, con las excepciones, solo, porque el pueblo dijo: ¿Voy a salir con estos que me masacraron hace tres años? ¿Tenía o no tenía razón el pueblo de dudar? ¿Voy a salir con los que me masacraron hace tres años? No salgo, y la mayor demostración de que estamos en una revolución ocurrió aquí el 11, 12 y 13 de abril. ¡Duélale a quien le duela!”

Es así, vaya cátedra se disparo mi Capitán Diosdado en esa sesión.

Por eso que en armoniosa y perfecta unidad Cívico-Militar enfrentamos y derrotamos los intentos de golpe de Estado, hemos logrado frustrar diversos atentados a la vida de nuestro hermano Presidente Nicolás Maduro, a líderes de la revolución Bolivariana, enfrentar invasiones, sabotajes, la criminal guerra económica y “sanciones” que afectan a nuestro pueblo, al no poder tener acceso oportuno, cuando lo requiere a medicinas, alimentos, insumos y demás requerimientos producto de la acción imperial para castigar y asesinar a nuestro pueblo, pero que gracias a políticas, estrategias y alianzas de nuestro gobierno con gobiernos amigos, hemos logrado atender a nuestra población con las políticas sociales impulsadas por el Conductor de Victorias, el Presidente Nicolás Maduro, y estamos conscientes que falta mucho mas, ya que nuestro pueblo se ha visto muy afectado por la criminal guerra económica que incluso ha provocado que nuestro país luego de percibir por concepto de petróleo unos 60-70 mil millones de dólares anuales, ha pasado a recibir solo algo cercano a los 700 millones. Las llamadas “sanciones” que nos han impuesto, es contra el pueblo a modo de castigo imperial, y las mismas son pedidas y avaladas por quienes en su rol de traidores a la patria andan por el mundo pidiendo la aplicación de las mismas, mientras paralelamente roban los activos y recursos en el exterior que le pertenecen a los venezolanos y a las venezolanas, empresas, filiales de industrias, dineros, oro, etc. Pero se las llevamos anotadas y los tenemos identificados. Habrá justicia.

Solo con la inteligencia, estrategia y clara visión de nuestro compañero presidente Nicolás Maduro, que a bien se ha ganado el título de Conductor de Victorias, hemos podido junto al pueblo todo, salir adelante en la situación compleja que el imperialismo y sus peones traidores de la patria han colocado a nuestro país, hemos ido de victoria en victoria, construyendo con mano propia nuestro camino y futuro.

Y aquí vamos, unidos en resistencia, con mucho sacrificio, luchando, trabajando, produciendo y venciendo todos los obstáculos de la guerra imperial. ¿Fácil? Fácil no ha sido ni lo será. Lo hacemos con lealtad, compromiso y con amor profundo por nuestros nietos, hijos, padres, esposa, esposo, amistades, por nuestra familia, por las pasadas, presente y futuras generaciones, lo hacemos por la patria que es de todos y todas, haciendo posible en la vía venezolana al Socialismo, el Socialismo a la Venezolana, el Socialismo Bolivariano, la justicia, la igualdad y la máxima felicidad social del pueblo.

Un milagro iniciado por el Comandante Chávez en 1999, y que hoy seguimos materializando su sueño, su legado con dignidad para la familia venezolana al cual la gestión del compañero presidente Conductor de Victorias NICOLÁS MADURO apuesta y trabaja incansablemente por la consolidación de los proyectos y sueños del Comandante Chávez, ajustados a los nuevos tiempos, necesidades y retos con un Presidente, el Presidente NICOLÁS MADURO hecho pueblo, un Pueblo que gobierna la patria en perfecta unidad con todos y todas, porque a la final todos y todas somos hermanos y hermanas de la misma tierra y sueños hermosos por cumplir. Lo lograremos, que nadie lo dude porque con el Presidente hacedor de sueños y la esperanza NICOLÁS MADURO, el Pueblo Seguirá Venciendo y construyendo la patria bonita para la paz, la felicidad, prosperidad y unión.

Avanzamos en la construcción de la Suprema Felicidad de nuestro Pueblo, defendiendo la Paz, la Soberanía de la Patria y nuestro Socialismo a la Venezolana, guiados por el sagrado legado de nuestro Comandante de Todos los Tiempos Hugo Chávez y bendecidos por él, quien desde la otra etapa de la vida, sigue a nuestro lado protegiéndonos y señalando el camino que ese 27 de Febrero de 1989 se inicio en la conciencia del Pueblo y que luego un 4F irrumpimos por el rescate de la dignidad y que nos llevo después a que en unión Cívico-Militar, conquistáramos la victoria en elecciones el gobierno del pueblo, el gobierno que por siempre será del pueblo venezolano y no dejaremos que vuelva la traición a imponerse. En estos tiempos de continua agresión imperial, de amenazas de invasión contra el suelo sagrado de la Patria, de guerra económica inclemente contra el Pueblo, lo ratificamos: aquí no se rinde nadie, somos los guardianes del legado de nuestros Libertadores Bolívar y Chávez.

Es nuestro destino, lo lograremos.

Que nadie se equivoque con nosotros, porque estamos dispuestos a lo que sea por la Patria, por nuestra historia y dignidad, de allí que a los cuatro vientos lo proclamamos, Patria o Muerte porque el Pueblo Unido, Jamás Será Vencido y tengan la seguridad que a la final, NOSOTROS VENCEREMOS!!!

HOY TENEMOS PATRIA
CON NICOLÁS MADURO VENEZUELA SEGUIRÁ VENCIENDO
POR AHORA Y PARA SIEMPRE!!!

Fidel Ernesto Vásquez
Secretario Ejecutivo de la Presidencia