El periodista vasco Pablo González cumple un año preso y sin derechos en Polonia

Este 28 de febrero se cumple un año de la detención del periodista vasco Pablo González y su encarcelamiento en una prisión polaca desde que fuera arrestado por la policía de Polonia en un hotel en la ciudad de Przemyśl, junto a la frontera con Ucrania. En ese lugar Pablo se encontraba trabajando cubriendo los acontecimientos en la frontera entre Ucrania y Polonia tras el inicio de la intervención militar rusa. No era su primera vez en una zona de conflicto, puesto que Pablo acumula más de 10 años de experiencia y un amplio conocimiento sobre el espacio exsoviético y Rusia.

Pablo colaboraba con diferentes medios como eran el diario vasco Gara, o los medios españoles Público y LaSexta hasta el momento en que la histeria censuradora desatada en Europa occidental decidiera silenciarle bajo acusaciones sin ningún tipo de fundamento. Una acusación de espionaje aprovechando que Pablo González posee doble nacionalidad -rusa y española, puesto que es nacido en Moscú y nieto de uno de aquellos «niños de la guerra» que escapando del fascismo español se refugiaron en la Unión Soviética- dio inicio a un proceso en el que van alargando su estancia en prisión y en el que no se le respetan ni sus garantís procesales ni sus derechos fundamentales.

Durante este tiempo, a Pablo González se le negó la asistencia de su abogado de confianza, dejándole en un inicio en situación de inasistencia jurídica, a lo que se suma su situación de aislamiento, y la imposibilidad de poder recibir visitas de la familia, habiendo podido visitarle su pareja a los 8 meses de su secuestro. Mientras, a las autoridades españoles no se les cae la cara de vergüenza al conocer cómo son violados sistemáticamente los derechos fundamentales de un ciudadano suyo por parte de otro estado de la Unión Europea.

Al cumplirse un año de su secuestro por las autoridades polacas no han sido pocos los gestos de apoyo y cariño que desde algunos sectores políticos, así como de sus colegas y amigos, han denunciado la situación de Pablo González, a quien han mostrado su solidaridad y cariño, y cuya liberación han exigido.

Como no puede ser de otra manera, desde las Brigadas Internacionales de Comunicación Solidaria del PSUV (Brics-PSUV) denunciamos los intentos del nuevo autoritarismo y fascismo que en Europa trata de silenciar las voces que le son incómodas y alzamos la voz por la inmediata liberación del periodista vasco Pablo González, a quien enviamos nuestro abrazo solidario.