La Unión Europea se rinde ante los designios de Washington

Los días 29 y 30 de junio de 2022 se llevó a cabo en Madrid la cumbre de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, OTAN. Durante esta cumbre, que reunió a 30 jefes de Estado y de Gobierno de los países miembros de la alianza, se definió el futuro de la misma para los próximos 10 años, en lo que se llamó “Concepto Estratégico 2022” enfoque 360º de la organización militar y armamentista.

En esta oportunidad,. E la potencia imperialista de EE.UU. viene a decirnos textualmente lo siguiente «La OTAN es el foro transatlántico único, esencial e indispensable para consultar, coordinar y actuar en todos los asuntos relacionados con nuestra seguridad individual y colectiva», reafirmando su carácter imperial, imponiendo a sus lacayos de la UE la forma de actuar y quién decidirá su futuro en materia militar y de soberanía.

El imperialismo estadounidense vino a Madrid a hacer gala de su poder, con una delegación de más de 1.200 personas. Reafirmó en esta cita su poder a todos los niveles. Por una parte, durante la actividad hizo alarde de su influencia en todo momento. Como en las relaciones internacionales todos los gestos tienen un significado, vimos cómo se hizo esperar en cada actividad, siempre llegando al final y decidiendo cómo y cuándo se discutían los aspectos relevantes de esta “cumbre”.

Lo que vino a decir el amo y señor de la OTAN de turno fue lo siguiente: «en este nuevo conflicto que he provocado en suelo europeo necesitamos una mayor inversión en el gasto militar de todos los miembros. Sean ustedes los que paguen esta nueva aventura belicista, en costes económicos, energéticos y demás. Mientras, yo me centraré en mi nuevo enemigo imaginario, la República Popular de China, alegando que “China busca controlar los sectores tecnológicos e industriales clave, la infraestructura crítica y los materiales estratégicos y las cadenas de suministro… sus intentos que se refuerzan mutuamente de socavar el orden internacional basado en normas que van en contra de nuestros valores e intereses».

Mientras el campo de acción de los EE.UU. en América Latina pierde fuerza con la resistencia de Venezuela, Cuba, Nicaragua y la determinación de algunos países como México, Argentina y recientemente Colombia, la administración Biden, se han enfocado en un nuevo enemigo. El continente asiático viene así a formar parte del ataque frontal de los EE.UU., relegando así la guerra de Ucrania a los europeos, estos últimos que, sirviendo a los intereses imperialistas, se han embarcado en un conflicto que no querían, principalmente Alemania y Francia, y que generará una crisis en el viejo continente que ya está causando estragos.

En el caso de España, se estima que el gasto militar está alrededor de 38 mil millones de euros, un poco más del 3%. Esto se demuestra con algunas cifras alarmantes de la situación: sólo en Madrid, la capital española, millón y medio de personas se encuentran en exclusión social, la esperanza media de vida ha caído 3 años y medio desde el 2019, en 2020 se han suicidado 3940 personas en toda España, una media de 11 personas al día y la cifra de desahucios durante el 2021 es de 50 mil, lo que significa que con el gobierno progresista se desahuciaron 110 familias al día.

Mientras todo lo anterior sucede, el mundo se vuelve un lugar más peligroso; los amos y señores de las guerras ven como aumentan sus beneficios, los que se lucran de la muerte son los mismos de siempre y los que mueren, son los mismos: los pobres, los inocentes, los africanos, como en Melilla, pero también los cientos de miles que han muerto en el Mediterráneo por las invasiones de la OTAN en Medio Oriente, los desplazados por las guerras provocadas en Libia, Siria, Irak, Yemen, Afganistán y así podríamos seguir contando por miles los muertos y las invasiones de los regímenes imperiales de los EE.UU. y la OTAN.

Richard Benavides, Politólogo