4F, grito de rebelión contra el intento de dominar a Venezuela
Un «grito de rebelión» contra el intento de colonizar a Venezuela a través del Fondo Monetario Internacional (FMI) sería la insurrección cívico-militar del 4 de febrero de 1992, afirmó el presidente de la República, Nicolás Maduro.
Desde la plaza de la Rebelión Antiimperialista 4F, ubicada en Caracas, señaló que la gesta revolucionaria resultó de la necesidad de establecer «una nueva independencia, una nueva democracia» mediante un proceso de transformación profunda que acabará con los vicios del Pacto de Punto Fijo.
Al enfatizar que «fue una rebelión de los humildes para despertar conciencias», precisó que el alzamiento cívico-militar no era un golpe de Estado, dado que «no era organizado por el imperialismo o las oligarquías» ni una estrategia de una «mafia militar» para imponer intereses económicos o responder a las demandas de gobiernos acostumbrados a maniobras golpistas.
En este sentido, indicó que en una época donde «nadie se atrevía a levantar una bandera contra el neoliberalismo en el mundo», desde Venezuela surgió una ideología basada en la resistencia histórica del pueblo.
El Jefe de Estado recalcó que los hombre verde oliva se caracterizaron por su valentía y responsabilidad, razón por la cual el Movimiento Bolivariano Revolucionario 200 (MBR-200) «está presente para seguir haciendo historia de la buena en el siglo XXI».
Destacó que el MBR-200 es «raíz, inspiración y fuerza» que guía lo que será «el ciclo político de mayor impacto, más extenso y más transformador que generaciones hayan vivido en esta tierra».
Apuntó que, a 30 años de la rebelión cívico-militar del 4 de febrero de 1992, se mantienen vigentes los sueños de quienes ofrendaron su vida por la liberación de la Patria.
«No nos robarán los sueños, no nos robarán el derecho a soñar ni el derecho de hacer la Revolución Bolivariana», subrayó.
Prensa Presidencial | PSUV