La ciudad comunal y las zonas económicas comunales
Escrito por Msc. Fernando E. Rivero O.
1. El capitalismo es un modo de producción fundado en la explotación del trabajo ajeno, lo cual no significa que se circunscribe exclusivamente a relaciones económicas. El capitalismo es también una manera de entender la vida y una forma de entablar las relaciones humanas. En el mundo de hoy, el imperialismo impone el capitalismo neoliberal mediante la fuerza militar y su industria cultural, principalmente. En otras palabras, el capitalismo es un modelo de convivencia mucho más complejo.
2. La Ciudad Comunal se debe orientar hacia la constitución de un nuevo modelo de convivencia que trascienda al capitalismo. Por lo tanto, debe fundarse en nuevas relaciones de propiedad y de poder asociadas a una concepción anti-sistémica decolonial, plural y profunda. En este sentido, la Ciudad Comunal debe colocar en primer plano la vida, reconocer la diversidad cultural, replantear el papel del poder popular en los asuntos públicos y perfilar soluciones a los problemas que afronta el país.
3. En la intensa lucha de clases sociales que marca a Venezuela, el Poder Popular no es una forma más de organización para quienes creen en la superación del capitalismo. El Poder Popular y la sociedad comunal son aspectos centrales de una alternativa socio-política emergente y por ello, un aspecto esencial del socialismo en Venezuela.
4. La discusión sobre la edificación de la sociedad comunal, como tema central del socialismo en el país, debe trascender lo establecido en las Leyes del Poder Popular vigentes y también debe subvertir la lógica del poder asociada a la institucionalidad derivada de la invasión europea de 1498.
5. La sociedad comunal requiere más que una Ley. Se requiere urgente un nuevo ordenamiento jurídico que perfile un Estado diferente en correspondencia con los anhelos de las mayorías nacionales.
6. La Ciudad Comunal debe sintetizar en el territorio una manera de entender y practicar la economía, la política, lo militar y las distintas funciones del poder público. La Ciudad Comunal, consustancial a una nueva planificación espacial y sectorial, es la alternativa frente a la vieja arquitectura del poder anquilosada en las alcaldías y gobernaciones. Esto exige desbordar la actual división político-territorial. La Ciudad Comunal es la concreción de la nueva geometría del poder que nos habló el Comandante Chávez.
7. La Ciudad Comunal no será el fruto de un decreto, decisión individual o el resultado de un intento de sumar arbitrariamente una comuna a otra en el marco de los municipios. Debe ser una obra colectiva, transformadora y profundamente democrática para poder atender los problemas cotidianos de las mayorías nacionales. Se propone conformar las Zonas Económicas Comunales, a partir de la articulación en cadenas productivas de las potencialidades económicas similares o conexas existentes en los territorios. Las Zonas Económicas Comunales se deben estructurar como espacios medulares de las Ciudades Conmunales y por ende, de una economía alternativa de cara a las demandas nacionales.
8. Las Ciudades y los Parlamentos Comunales deben coadyuvar a a la eclosión de un futuro distinto. Razón por la cual, el tema del poder, entiéndase, las competencias, funciones, atribuciones y los mecanismos de toma de decisiones son un asunto de fundamental importancia para que la Ciudad y el Parlamento Comunal sirvan para la emergencia de un nuevo modelo.
9. La Ciudad Comunal, en los términos planteados, será la materialización de una nueva hegemonía, de una correlación de fuerzas y clases sociales más favorable a la Revolución Bolivariana. Sin embargo, la irrupción de esa nueva hegemonía pasa por repensar la manera de hacer política y en consecuencia, corregir lo que haya que corregir. Es un imperativo evitar divorciarnos de los problemas de la gente, es necesario interpretar cabalmente los anhelos populares y asumir el debate con modestia para salvar el proyecto. Un nuevo Bloque Histórico es necesario para el surgimiento de la sociedad comunal.
10. El Comandante Chávez delineó el camino con su ejemplo, una clara concepción anti-sistémica y una actividad subversiva permanente ante la vieja institucionalidad heredada de la racionalidad colonial.